VIDEO: © Javi Saguillo / FOTO: © Andrés López Mengual

La realidad es la materia prima obligada con la que  trabajamos los fotógrafos. La utilizo a mi libre albedrío, la reinterpreto sin marcarme límites. No le debo fidelidad, no soy fotoperiodista, ni notario.

Reivindico la función narrativa, casi más literaria que pictórica, del lenguaje fotográfico. Escribir con imágenes es una manera de reinventar. También es una manera de vivir, de sobrevivir, hasta te permite ir renaciendo, como diría González Iñárritu.

PEDRO COLL
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BREVEMENTE...

Estudié Derecho en Salamanca y Barcelona y ejercí como abogado durante seis años. Al cumplir los 30 abandoné las leyes y comencé a trabajar como fotógrafo. Jamás estudié fotografía, ni fui asistente de nadie. Simplemente me dejé llevar por la intuición.

 

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Profesionalmente me inicié en el mundo del viaje y del ocio vacacional. Simultaneé encargos para cadenas hoteleras y tour operadores con reportajes de viajes para revistas. Conocí Extremo y Medio Oriente, Caribe y África. Esto ocurrió a mediados de los ochenta.

Invitado por la revista Periplo, Madrid, participé en la serie editorial “Worlds Heritage”, auspiciada por la UNESCO, con trabajos sobre el gótico francés, el Portugal de Azores y Madeira, así como Australia y Tasmania. Publiqué, a menudo firmando los textos, reportajes en Periplo, GeoMundo, El País Dominical, Viajar…

La editorial norteamericana Collins Publishers (colección ‘A day in the life…’) me seleccionó para participar en un libro sobre España, al que luego siguieron Italia, California, Irlanda, Filipinas y Vietnam. Algunos de estos proyectos editoriales se expusieron en la Galería Nikon del Rockefeller Center (Nueva York).

Editorial Lumwerg, Barcelona, 1995, publicó mi libro “El tiempo detenido”, un ensayo personal en blanco y negro sobre La Habana sufriente del “período especial”.

En 1996 abandoné todo proyecto personal para dedicarme en exclusiva a la producción fotográfica para bancos de imágenes y en pocos años estaba vendiendo fotos en más de 30 países, de Estados Unidos a Croacia, desde Reino Unido a Nueva Zelanda, en China, en Argentina, en Rusia.

Hacia 2013 decidí que era momento de volver a mis querencias personales. Y en eso estoy, ya de manera definitiva, priorizando una serie de proyectos en los que confío firmemente.

LA NECESIDAD DE MIRAR

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